El típico nombre sueco
Si los musulmanes deben ir una vez en la vida a La Meca, los que nos hemos criado con la globalización tenemos que ir una vez en la vida a un IKEA. Y yo lo hice ayer.
Y así contado no tiene nada de especial, pero si cuento que el IKEA más cercano está en Sevilla, a exactamente 246 kilómetros, es todo un sacrificio. Y es que no hay nada como endeudarse con una casa, como para que te inunden las ganas de endeudarte con sus muebles.
Mi madre me dijo que quería ir porque es muy grande y al final se ahorra, pero yo estoy absolutamente convencido de que quería comer crepes gratis. Y es que otra cosa no, pero merendar en un IKEA da gusto. Te ponen unos crepes que están buenísimos, con un refresco que puedes rellenar hasta que te salga la coca-cola por las orejas, y todo por 1,95€ (iva incluído) que además te devuelven en forma de vale de compra.
Y lo mejor es cuando sales, que en el restaurante comes un perrito cachondo + coca-cola hasta que te explote la vejiga por 1€. Yo no entiendo como aún se ven mendigos en el McDonalds, si el futuro está en IKEA.
Y en cuanto a mí, fui a sevilla porque queria completar la decoración de mi cuarto con todos mis ahorros. Y claro, uno llega a un lugar así y se lo gasta todo. ¿Qué? ¿Que queréis ver lo que me he comprado?. Bueeeeno.
Eso es, Sí. Un palito bamboo de la suerte por 0,99€, junto a la probeta de la suerte, por 1,99€. Pero ahí no acaba todo, no señor. También me he comprado estos monísimos títeres para dedos por 4,95€ las 10 unidades. Como veréis las 5 horas de viaje merecieron sobradamente la pena.
Y así contado no tiene nada de especial, pero si cuento que el IKEA más cercano está en Sevilla, a exactamente 246 kilómetros, es todo un sacrificio. Y es que no hay nada como endeudarse con una casa, como para que te inunden las ganas de endeudarte con sus muebles.
Mi madre me dijo que quería ir porque es muy grande y al final se ahorra, pero yo estoy absolutamente convencido de que quería comer crepes gratis. Y es que otra cosa no, pero merendar en un IKEA da gusto. Te ponen unos crepes que están buenísimos, con un refresco que puedes rellenar hasta que te salga la coca-cola por las orejas, y todo por 1,95€ (iva incluído) que además te devuelven en forma de vale de compra.
Y lo mejor es cuando sales, que en el restaurante comes un perrito cachondo + coca-cola hasta que te explote la vejiga por 1€. Yo no entiendo como aún se ven mendigos en el McDonalds, si el futuro está en IKEA.
Y en cuanto a mí, fui a sevilla porque queria completar la decoración de mi cuarto con todos mis ahorros. Y claro, uno llega a un lugar así y se lo gasta todo. ¿Qué? ¿Que queréis ver lo que me he comprado?. Bueeeeno.
Eso es, Sí. Un palito bamboo de la suerte por 0,99€, junto a la probeta de la suerte, por 1,99€. Pero ahí no acaba todo, no señor. También me he comprado estos monísimos títeres para dedos por 4,95€ las 10 unidades. Como veréis las 5 horas de viaje merecieron sobradamente la pena.